La decadencia general que sufre la Bética durante la dominación visigoda afecta, sin duda, a Ulia, de la que desaparecen todas las fuentes tanto literarias como arqueológicas. Es sin duda en esta época cuando paulatinamente van siendo desmanteladas las murallas y otras construcciones para rentabilizar sus elementos.

La famosa ciudad romana se va convirtiendo en un sitio casi despoblado, con casas hechas casi al completo con materiales deleznables y donde el bosque y las alimañas van ganando terreno a la civilización.